Hermanos Paradis, árbitros muy respetados en Aragón.
En el futbol los clubes que admiten a los niños en su seno tendrían que enseñar el reglamento como asignatura obligatoria y practicar el arbitraje, siendo uno más de los entrenamientos a seguir igual que se hace con balón, esto haría que la empatía empezara a fluir y que no se viera como una cosa ajena al jugador y al juego, sino como un todo del conjunto del Fútbol.
Echo en falta en este deporte la estructura del que yo procedo, el judo, deporte este donde un practicante (equivalencia a jugador de futbol) es imprescindible que conozca el reglamento e incluso que arbitre en su aprendizaje. De ahí el respeto que merece esta figura, y en el que aunque no se esté de acuerdo con las decisiones que tome nunca se pierde la consideración y el respeto sobre alguien que lo hace lo mejor que puede o que sabe.
Además los clubes deberían controlar a los que acceden al campo como aficionados y prohibir el paso a los que ya se conocen como “folloneros” habituales (en todos campos hay alguno) porque estos últimos son muchas veces la chispa que enciende la mecha con el único fin de provocar mas allá de la sana rivalidad.